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lunes, 11 de septiembre de 2017

DESVARIANDO CON D.H. LAWRENCE, POETA INGLÉS - POEMAS, RELATOS, PINTURAS Y MÁS - LECTURA PARA EL VERANO

"Las flores logran su propio florecimiento y es un milagro.
Los hombres no logran su propia hombría, ¡ay, ay de ellos!

Lo único que quiero de ustedes, hombres y mujeres,
lo único que quiero de ustedes
es que puedan lograr su belleza
como lo hacen las flores..."


D.H. Lawrence


D.H. Lawrence, novelista y poeta inglés, también ilustrador y pintor controvertido, fue una de las figuras literarias más influyentes y controvertidas del siglo XX. En sus más de cuarenta libros ensalzó su visión de un ser humano completo y natural, opuesto a la artificialidad de la moderna sociedad industrial por su deshumanización de la vida y del amor. Sin embargo, sus novelas fueron malentendidas y atacadas, e incluso prohibidas, por su abierto tratamiento de los temas sexuales. 
Os dejo los poemas que más me gustan de él, leerlos despacio y saborearlos es casi obligatorio, comprueben que no es banal su apreciación de la prisión de nosotros mismos, habrá que liberarse de lo superfluo para volver a ser libres:

Lo salvaje en cautividad

Cuando lo salvaje permanece en cautividad
Sin reproducirse
Se vuelve melancólico.
Y muere.
Todos los hombres están cautivos.
Cautivos de una actividad cautiva.
y aunque lo ignoren
los mejores no pueden reproducirse
La gran jaula de nuestra domesticación
mató el sexo en el hombre; la simpleza del
deseo es distorsionada, desviada y retorcida.
Y con la amarga perversidad
apretándolos adversamente
en la juventud odian, copulan y lloran.
El sexo es un estado de gracia. 
En una jaula no puede tener lugar.
Entonces hay que destruirla.
para volver a probar.

Dicen que el mar es desamorado
Dicen que el mar es desamorado, que en el mar
el amor no puede vivir, que sólo arrastra las astillas
de sal
de un  vida sin amor.
 
Pero en el mar los delfines brincan alrededor del
barco de Dionisios,
cuyos mástiles tienen parras purpúreas,
y saltan hacia rriba con el rojo oscuro del arcoiris
y ¡vuelan! ¡y van! con la nariz hendida de clara delicia;
y es el mar, haciendo el amor con Dionisios
en el vigor de esos pequeños y felices brincos.



Quisiera conocer a una mujer

Quisiera conocer una mujer
que fuera como una llama roja en una chimenea
brillando después de las agitadas ráfagas del día

Para que pudiera acercarme a ella
en la dorada tranquilidad del atardecer
y deleitarme realmente a su lado
sin la obligación de esforzarme a amarla por cortesía,
ni la de conocerla mentalmente.
Sin tener que sufrir un escalofrío cuando le hablo.

Pobreza

La única gente a la que alguna vez escuché
hablar acerca de Mi Señora Pobreza
Era gente rica, o gente que imaginaba serlo.
El mismo San Francisco era un joven corrupto y rico.

Habiendo nacido entre gente trabajadora
Sé que la pobreza es una dura, vieja bruja,
Un monstruo cuando uno está acuciado por las
necesidades inmediatas.
Y el que diga lo contrario miente.

Yo no quiero ser pobre, estar acuciado.
Pero tampoco quiero ser rico.
Cuando miro ese pino en la proximidad del mar,
Que crece fuera de la roca, emplumado, floreciendo
Hacia el cielo,
Veo que posee una abundancia natural,

La magnífica fuerza de sus raíces absorbe el alimento cotidiano
Y sus plumas parecen verdes vasos llenos de vino
alzados hacia el sol y el aire.

Yo quiero ser así, tener una abundancia natural
Y un gran, espléndido plumaje.

Elemental

¿Por qué la gente no deja de ser atractiva
y de pensar que es atractiva, y de querer ser atractiva,
y comienza en cambio a ser más elemental?

Puesto que el hombre está hecho de los elementos
fuego, y lluvia, y aire, y tierra viva
y ninguno de éstos es atractivo
sino elemental,
está desequilibrado al lado de los ángeles.

Quisiera que los hombres recobraran su equilibrio
entre los elementos
y fueran un poco más ardientes, tan incapaces de mentir
como el fuego.
Quisiera que fueran fieles a su propio
movimiento, como el agua,
que pasa todas las etapas de vapor, y río, y hielo
sin perder su naturaleza.

Estoy enfermo de las gentes atractivas;
de algún modo, son falsas.

Democracia

Soy demócrata cuando amo el sol libre que encuentro en
Los hombres,
y aristócrata cuando detesto a los posesivos, a los 
de entrañas mezquinas.

En todo hombre amo el sol
cuando lo veo entre sus cejas,
claro, sin temor, aun pequeño.

Pero cuando veo esos grisáceos hombres de éxito
tan pestilentes y cadavéricos, absolutamente sin sol,
como groseros esclavos de la prosperidad,
balanceándose mecánicamente,
entonces soy más que radical, y quiero manejar una guillotina.

Y cuando veo obreros,
pálidos y sórdidos como insectos, hormigueando
y viviendo como piojos por un poco de dinero,
y no mirando nunca hacia arriba,
entonces quisiera como Tiberio,
que la muchedumbre tuviera una sola cabeza
para podérsela hachar.

Siento que cuando los hombres pierden el sol
no deben existir más.

****


Nació el 11 de septiembre de 1885 en Eastwood (Nottinghamshire). Hijo de un minero y una maestra de escuela. La disparidad en el rango social de sus padres fue un motivo recurrente en sus obras. 

En 1912 Lawrence inició una relación sentimental con Frieda von Richtofen, mujer del profesor Ernest Weekley y familiar del famoso piloto Barón Rojo, Manfred von Richthofen.
Frieda abandonó a su esposo e hijos para convivir con el joven David Herbert en Bavaria (Alemania). Ambos, que viajaron con frecuencia por bastantes países, se casaron en 1914.

Su intensa, tormentosa y nómada vida en común, le proporcionó material para muchas de sus novelas, como El arco iris (1915) y Mujeres enamoradas (1921). El arco iris fue prohibida oficialmente por obscenidad.

A raíz de esta censura, varios personajes, de ideología liberal, mostraron su apoyo a Lawrence, como Lady Ottoline Morrell, Aldous Huxley o Bertrand Russell.
 
Durante la I Guerra Mundial vivió agobiado en Inglaterra a causa del origen alemán de su mujer y su propia oposición a la guerra. La tuberculosis se añadió a sus problemas, y en 1919 empezó un periodo de vagabundeo sin descanso en busca de un clima más benigno. Gracias a los viajes que realizó, pudo captar los ambientes de varios libros: la región italiana de Abruzzi en La mujer perdida (1920), Cerdeña en El mar y Cerdeña (1921) y Australia en Canguro (1923). Durante sus estancias en México y Taos, Nuevo México (1923-1925), escribió La serpiente emplumada (1926), novela que refleja su fascinación por la civilización azteca. 

A partir de 1926 residió en Italia, donde escribió y reescribió su novela más famosa, El amante de lady Chatterley (1928), 
un libro acusado de nuevo de obsceno que narraba de manera explícita la relación sexual entre una mujer culta y adinerada y un guardabosques al servicio de su esposo aristócrata.








"Te sientes alterado por una llamada íntima y salvaje, impregnado de una recia emoción y excitación animal. Y en esta tesitura, "la ternura generosa es casi la única arma que tenemos los hombres para que hacer el amor no sea un acto puramente mecánico ni egoístamente caníbal"







D.H. Lawrence falleció el 2 de marzo de 1930, en un sanatorio de 
Vence, en la Provenza francesa. Tenía 44 años.
Fotografía de DH Lawrence y Frieda Lawrence en Chapala, México, 1923

" .. Yo niego absoluta y francamente ser un alma, o un cuerpo, o un espíritu, o una inteligencia, o un cerebro, o un sistema nervioso, o un conjunto de glándulas, o cualquier otra parte de mí mismo. El todo es más grande que las partes. Pero hoy, después de tres mil años, después que estamos casi completamente abstraídos de la vida rítmica de las estaciones, del nacimiento, de la muerte y de la fecundidad, comprendemos al fin que tal abstracción no es ni una bendición ni una liberación, sino pura nada. No nos aporta otra cosa que inercia".

El arco iris (fragmento)
Ese era el credo de Lawrence: un vitalismo extremo, una repulsa permanente ante una civilización occidental que llevó al hombre a convertirse apenas en el apéndice de las mismas máquinas que ha creado, sometido permanentemente a las apariencias de ser, cuando el ser, para Lawrence (como para Nietzsche) radica en una fuerza incontenible y salvaje, que no tiene otro destino posible que el de desarrollarse hasta más allá de sus límites mismos, pues el ser será su sí mismo o no será. 
Ese ser en sí mismo es lo opuesto absoluto a la mediocridad y el sojuzgamiento del hombre contemporáneo, su ciego obedecer a las restricciones sociales, su silenciamiento permanente entre dos extremos: los dictados del instinto y la forzada convivencia con otros seres tan dominados como él, que ratifican y hacen cumplir esa ley marcada en la carne.


D.H. Lawrence con Aldous Huxley, 1929



" Unicamente el ser humano, absuelto de besos y contiendas, continúa andando sin extraviarse fijo sobre el eje del ego, avanzando pero sin perderse jamás, fijo y sin embargo en movimiento, la clase de infierno que es real, gris y horrible, sin pecado ni mácula dando vueltas y más vueltas, la clase de infierno que el grisáceo Dante jamás divisó pero del que tenía una pizca dentro de sí. Conócete a ti mismo y entérate que eres mortal, pero conócete a ti mismo negando que eres mortal, un algo de besos y contiendas, un iluminado rayo de lluvia, una clamorosa columna de sangre, un rosal bronceado de espinas, una mezcla de sí y no, un arco iris de amor y odio, un viento que sopla de ida y vuelta, una criatura de hermosa paz como un río, y una criatura de conflicto como una catarata, conócete a ti mismo, en negación de todas esas cosas. Y empezará a girar alrededor del eje del ego obsceno un vacío gris de algo que anda sin perderse, una máquina que en sí no es nada, un centro de la maldita alma mundial. " 

(Fragmento de "La muerte no es el mal, el mal es mecánico")


SUS PINTURAS:
DH Lawrence comenzó a pintar a la edad de 40. Fiel a su carácter y reputación se hizo, como él dijo, "una orgía".
Lawrence también se metió en problemas por sus pinturas. En 1929 tuvo una exposición de su obra en la Galería de Warren Dorothy en Londres. Las pinturas fueron consideradas obscenas, fueron prohibidas y confiscadas por la policía. 

Fuentes:

domingo, 10 de septiembre de 2017

GIOCONDA BELLI - 5 POEMAS INCONMENSURABLES

Amedeo Modigliani, 1917



Nueva tesis feminista


¿Cómo decirte
hombre
que no te necesito?
No puedo cantar a la liberación femenina
si no te canto
y te invito a descubrir liberaciones conmigo.

No me gusta la gente que se engaña
diciendo que el amor no es necesario
"témeles, yo le tiemblo".

Hay tanto nuevo que aprender,
hermosos cavernícolas que rescatar,
nuevas maneras de amar que aún no hemos inventado.
A nombre propio declaro
que me gusta saberme mujer
frente a un hombre que se sabe hombre,
que sé de ciencia cierta
que el amor
es mejor que las multi-vitaminas,
que la pareja humana
es el principio inevitable de la vida,
que por eso no quiero jamás liberarme del hombre;
lo amo
con todas sus debilidades
y me gusta compartir con su terquedad
todo este ancho mundo
donde ambos nos somos imprescindibles.

No quiero que me acusen de mujer tradicional
pero pueden acusarme
tantas como cuantas veces quieran
de mujer.


En la doliente soledad del domingo
Aquí estoy,
desnuda,
sobre las sabanas solitarias
de esta cama donde te deseo.

Veo mi cuerpo,
liso y rosado en el espejo,
mi cuerpo
que fue ávido territorio de tus besos,
este cuerpo lleno de recuerdos
de tu desbordada pasión
sobre el que peleaste sudorosas batallas
en largas noches de quejidos y risas
y ruidos de mis cuevas interiores.

Veo mis pechos
que acomodabas sonriendo
en la palma de tu mano,
que apretabas como pájaros pequeños
en tus jaulas de cinco barrotes,
mientras una flor se me encendía
y paraba su dura corola
contra tu carne dulce.

Veo mis piernas,
largas y lentas conocedoras de tus caricias,
que giraban rápidas y nerviosas sobre sus goznes
para abrirte el sendero de la perdición
hacia m mismo centro
y la suave vegetación del monte
donde urdiste sordos combates
coronados de gozo,
anunciados por descargas de fusilerías
y truenos primitivos.

Me veo y no me estoy viendo,
es un espejo de vos el que se extiende doliente
sobre esta soledad de domingo,
un espejo rosado,
un molde hueco buscando su otro hemisferio.

Llueve copiosamente
sobre mi cara
y solo pienso en tu lejano amor
mientras cobijo
con todas mis fuerzas,
la esperanza.


Como tinaja

En los días buenos,
de lluvia,
los días en que nos quisimos
totalmente,
en que nos fuimos abriendo
el uno al otro
como cuevas secretas;
en esos días, amor
en mi cuerpo como tinaja
recogió toda el agua tierna
que derramaste sobre mí
y ahora
en estos días secos
en que tu ausencia duele
y agrieta la piel,
y el agua sale de mis ojos
llena de tu recuerdo
a refrescar la aridez de mi cuerpo
tan vacío y tan lleno de vos.


Es larga la tarde

Es larga la tarde
como el camino curvo hasta tu casa
por donde regreso arrastrando los pies
hasta mi cama sola
a dormir con tu olor engarzado en mi piel,
a dormir con tu sombra.

Es larga la tarde
y el amor redondo como el gatillo de una pistola
me rodea de frente, de lado, de perfil.
El sueño pesa sobre mis hombros
y me acerca de nuevo a vos
al huequito de tu brazo,
a tu respiración,
a una continuación infinita de la batalla
de sábanas y almohadas que empezamos
y que pone risa
y energía
a nuestro cansancio.






Biblia

Sean mis manos como ríos
entre tus cabellos.

Mis pechos como naranjas maduras.

Mi vientre un comal cálido para tu hombría.

Mis piernas y mis brazos sean como puertas,
como puertos para tus tempestades.

Mi pelo como algodón en rama.

Todo mi cuerpo sea hamaca para el tuyo,
y mi mente tu olla,
tu cañada.







GIOCONDA BELLI, La poeta y novelista, Gioconda Belli nació en Managua. 
Participó, desde el año 1970 en la lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza,
como miembro del Frente Sandinista. Vivió exiliada en Mexico y Costa Rica. 
Ocupó varios cargos partidarios y gubernamentales en la Revolución Sandinista 
en los 80.





ÁNGEL GONZÁLEZ - EL POETA DE LA SOLIDARIDAD, LA LIBERTAD Y EL AMOR


Hacia mucho tiempo que tenía ganas de subir a este gran poeta, Ángel González, era un hombre tímido y muy humilde, siempre escribiendo por y para la libertad y con ganas de conseguir un mundo más humano.





Poeta, catedrático y ensayista español nacido en Oviedo en 1922, falleció el 12 de enero de 2008.

Fue maestro nacional, licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo y periodista por la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid. Enseñó Literatura Española Contemporánea en la Universidad de Alburquerque, U.S.A., habiendo sido profesor visitante en las de Nuevo México, Utah, Maryland y Texas.

Adscrito a la Generación del 50, su poesía social oscila entre dos polos temáticos, la solidaridad y la libertad, al igual que la de otros colegas generacionales como José Ángel Valente, Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, José Agustín Goytisolo y José Caballero Bonald. 

De su obra se destacan los títulos: «Áspero mundo», «Palabra sobre palabra», «A todo amor», «120 poemas» y «Otoños y otras luces» editado en el año 2001.

La poesía fue su primer amor y el más duradero, sedujo a Ángel González cuando tan sólo tenía 18 años. Enfermo de tuberculosis, mientras se recuperaba en el Páramo de Sil comenzó a leer poemas y a hacer sus primeros pinitos como escritor. Tanto le gustó fabricar versos, que decidió convertir su afición en profesión, aunque la alternara con otros trabajos.

Su poesía, llena de contrastes, discurre entre lo efímero y lo eterno, características que llevan al lector a divagar y soñar en los temas del amor y de la vida.





Mientras tú existas


Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera.
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.


Nada es lo mismo

La lágrima fue dicha.

Olvidemos
el llanto
y empecemos de nuevo,
con paciencia,
observando a las cosas
hasta hallar la menuda diferencia
que las separa
de su entidad de ayer
y que define
el transcurso del tiempo y su eficacia.

¿A qué llorar por el caído
fruto,
por el fracaso
de ese deseo hondo,
compacto como un grano de simiente?

No es bueno repetir lo que está dicho.
Después de haber hablado,
de haber vertido lágrimas,
silencio y sonreíd:

nada es lo mismo.
Habrá palabras nuevas para la nueva historia
y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde.


El otoño se acerca

El otoño se acerca con muy poco ruido:
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.

Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.

Y lo perdimos para siempre.



Muerte en el Olvido

Yo sé que existo
porque tu me imaginas.
Soy alto porque tu me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
-oscuro, torpe, malo- el que la habita.



Porvenir

Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.

Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.

¡Mañana! Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.


Me basta así

(Ángel González - Pedro Guerra)

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
-de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso-;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día,
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando-luego-callas.


(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta.)

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto.








*.- Entrada que publiqué en el año 2011 y que hoy actualizo.