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domingo, 13 de marzo de 2016

EXPOSICIÓN: "FRIDA KHALO. FOTOGRAFÍAS DE LEO MATIZ EN LA CASA AZUL"


"La forma en la que Frida Kahlo (1907-1954) posa es asombrosa. Su forma de mirar al espectador, cómo se tumba en el césped... Es realmente una verdadera modelo". Esta afirmación es fácilmente corroborable contemplando las fotografías que el colombiano Leo Matiz (1917-1998) tomó en México en los años cuarenta de la que se convertiría en la artista mexicana más influyente de la historia y que integran la nueva exposición organizada por La Térmica de Málaga.






Frida Kahlo aprendió a posar con su padre, el fotógrafo Guillermo Kahlo, que también le enseñó a manejar las cámaras, a revelar y, sobre todo, a mirar. Y ese es el principio en el que ella se basaría cuando empezó a pintar. 

Fotografías de Leo Matiz en La Casa Azul, organizada junto a la Fundación Leo Matiz y que podrá verse hasta el 29 de mayo en el centro cultural malagueño.

La muestra reúne más de medio centenar de imágenes, la mayoría inéditas en España, que reflejan la estrecha relación de Kahlo con el fotógrafo colombiano, uno de los grandes profesionales de la fotografía del siglo XX, testigo de sus más trascendentales acontecimientos y cuya obra está expuesta en el MoMA de Nueva York.

Leo Matiz se sumergió con su cámara Rolleiflex en el ambiente intelectual y artístico de la época y logró registrar en sus retratos la intensidad creativa y personal de los hombres y mujeres que protagonizaron un papel decisivo en la historia cultural de México en los años cuarenta.

Con la cámara entre sus manos, el ojo agudo y sensible de Leo Matiz, captó escenas sencillas e inolvidables de la pintora Magdalena Carmen Frida Khalo y Calderón en su casa de Coyoacán, lugar en el que nació la artista el 17 de julio de 1910, fecha del estallido la revolución mexicana.









Pero, ¿qué tienen de especial estas instantáneas de una artista que fue tanto o más retratada que una estrella de cine? 

Hay series muy conocidas sobre Frida Kahlo de Imogene Cunningham, Lucienne Bloch, Edward Weston, Nickolas Muray, Tina Modotti, Dora Maar e, incluso, André Breton. Pero, Leo Matiz fue amigo personal del tempestuoso matrimonio de Frida Kahlo y el muralista Diego Rivera y pudo fotografiarla en la intimidad del hogar.

Además, Matiz llegó a México en el momento de mayor efervescencia política, intelectual y cultural del país, en los años 40, en los que, además, la casa del matrimonio, en el centro de Coyoacán, en Ciudad de México, era punto de reunión de, entre otros, artistas exiliados españoles o revolucionarios como León Trostky.


La mayoría de estas imágenes en blanco y negro que revelan la vigorosa personalidad Frida Kahlo rendida ante la lente de Matiz, han sido rescatadas por Alejandra Matiz, quien a través de una búsqueda infatigable en ciudades de América Latina y Estados Unidos, pudo encontrarlas en archivos abandonados por el fotógrafo durante su vida errante de reportero gráfico.

Las poderosas imágenes de Leo Matiz, nos devuelven el rostro profundo y espontáneo de Frida Kahlo, con su carga de belleza y desesperación, pero también como el testimonio visual de una época y la fuerza de la fotografía para detener el tiempo.




Uno de los grandes fotógrafos de América del Sur es Leo Matiz, que nació en el pueblo de Gabriel García Márquez, Aracataca, una década antes. 

Ha sido caricaturista, pintor, editor, galerista y, sobre todo, fotógrafo, a pesar de que pronto perdió un ojo. Dicen de él que ha tenido una vida increíble, que se casó catorce veces, y entre sus amigos se cuentan Frida Kahlo y su marido Diego Rivera, Luis Buñuel o Pablo Neruda. 













Leo Matiz encontró en Frida Kahlo a un "personaje escandaloso entonces para una vida mexicana llena de tradiciones, con varios amantes, tanto hombres como mujeres".

Según la comisaria, a Kahlo le ayudó artísticamente vivir en ese contexto histórico, porque México era entonces "la metrópoli de referencia, a la que llegaron los republicanos españoles en 1939 y los europeos después de la Segunda Guerra Mundial".


La surrealista rebelde

Los retratos posados de Frida Kahlo expuestos en el centro cultural malagueño nos retrotraen directamente al arte de la fiera mexicana, pues ella misma fue su principal motivo artístico: "Soy el motivo que mejor conozco", afirmaba la artista feminista que abriría el camino a personalidades del arte femenino como Louise Bourgeois.


Pese a que hizo exposiciones encuadradas en ese movimiento, Kahlo siempre renegaría de la etiqueta de surrealista que le impuso André Breton, que intentó reclutarla para su tropa (grupo que ella llegó a definir como "panda de chiflados y lunáticos hijos de puta surrealistas", aunque salvaba del saco a Duchamp). 

"Se me tomaba por una surrealista. Esto no es correcto. Yo nunca he pintado sueños, lo que yo representaba era mi realidad", afirmaba Kahlo.

"Frida era ella y su circunstancia histórica. Estaba casada con el hombre más poderoso, era una mujer muy libre y que escandalizaba, reflejo de una reivindicación feminista en un México que a día de hoy sigue siendo muy machista. Era una mujer de vanguardia y que siempre estaba rodeada de gente muy especial".











Exposición: "Frida Kahlo. Fotografías de Leo Matiz en La Casa Azul".


Fotografías de Leo Matiz.

Comisariada por Angustias Freijo y Mario Martín Pareja y que ofrecerán una conferencia a los asistentes.


Del 11 de marzo al 29 de mayo de 2016

Horario habitual:
De martes a domingo
11.00 a 14.00 y 17.00 a 21.00 horas
Lunes cerrado

Sala 014

La Térmica

*Entrada libre hasta completar aforo


Fuentes:



miércoles, 20 de enero de 2016

IMOGEN CUNNINGHAM - UNA INCANSABLE MÁQUINA DE EXPLORAR


*.- Este año se cumplen 40 años del fallecimiento de Imogen Cunningham y la Galería de La Fábrica homenajea a la fotógrafa estadounidense con una pequeña exposición titulada "Flores/Retratos", que podrá visitarse entre el 20 de enero y el 19 de febrero de 2016. 





La muestra reúne más de 15 fotografías en blanco y negro de dos de los cuerpos de trabajo más característicos de la trayectoria de la autora, algunas de sus sensuales y delicadas fotografías de flores y una selección de retratos.

Imogen Cunningham fue una fotógrafa americana (nacida en 1883 en Portland, Oregón y fallecida en 1976 en San Francisco), de larga trayectoria y reconocimiento por la calidad e innovación constante de sus obras.


"¿Cuál de mis fotos es la preferida? Una que voy a hacer mañana .."


Se autorretrataba desnuda en los jardines de un campus universitario cuando aún daba sus primeros pasos fotográficos allá por 1905, dando una pequeña gran muestra de su carácter. Era una incansable máquina de explorar, innovar y crear fotografías.







A finales de los años veinte, Imogen era un hito en la fotografía más avanzada y experimental de la época en la costa oeste donde residía.
Miembro fundador del famoso Grupo F/64, en Nueva York coincidió con Alfred Stieglitz, y elaboró lo que ella llamó "fotografías robadas" del ambiente de Manhattan.

En 1956, ya con 73 años de edad, se organizó una exposición suya en Nueva York que le rejuveneció, viviendo nuevos tiempos de reconocimiento y revalorización.
Viajó nuevamente a Europa coincidiendo y retratando a fotógrafos como August Sander o Man Ray.

Cuando ya era octogenaria, Imogen comenzó a preocuparse por la organización y destino de su ingente archivo de negativos y documentación fotográfica.
Aparecieron entonces los negativos de las fotografías de desnudo que realizó a su marido.

Creó un sello chino para firmar sus fotografías con tres sílabas I-MO-GEN que se traducen por IDEAS-SIN-FIN.

La vida de una mujer llena de energía y cuya creatividad fotográfica no tuvo límites acabó en Junio de 1976.










Entre las pasiones de Cunningham se encuentra la botánica. Dedicó gran parte de su tiempo a la captación de motivos florales y sus jardines fueron la prolongación de su imaginario. Su afición le llevó a titular sus fotografías con los nombres científicos de las plantas que fotografiaba y fue su serie «Pflanzenformen» la que le granjeó su primer reconocimiento internacional en la exposición «Film und Foto» de la Werkbund de Stuttgart, en 1929.



«Tuberose» - © Imogen Cunningham







Sus retratos de la artista Frida Kahlo son mundialmente conocidos.






Imogen Cunningham y Edward Weston


Como última aportación a la fotografía, Imogen comenzó un libro titulado "La vida después de los noventa", que recoge una excelente selección de retratos dedicados a personas que habían rebasado la frontera de los 90 años. Sin embargo, la obra quedaría inacabada al morir la artista tan solo un año después de que la empezara.








En 1929, Edward Weston escogería 10 de sus fotografías para la exposición "Film und Foto" en Stuttgart y en 1932 fundarían, junto a otros fotógrafos como Ansel Adams, el grupo f/64. 

Después de "Vanity Fair" publicase varias de sus fotografías de la bailarina Martha Graham, se unió al staff de la revista, para la que retrató a celebridades y figuras políticas como Cary Grant y Herbert Hoover entre 1933 y 1936. 



Martha Graham , 1931




Autorretratos:










*.- Entrada publicada en 2013 y actualizada en 2016.


sábado, 12 de diciembre de 2015

EXPOSICIÓN DE EDVARD MUNCH EN EL MUSEO THYSSEN - ARQUETIPOS

Hoy 12 de Diciembre, pero de 1863,  nacía un genio, un ser humano delicioso que diseccionaba almas, un grande entre los grandes, sus obras son evocaciones de la condición humana, de la realidad de un mundo en donde, ayer y hoy, los ciudadanos sienten soledad, angustia, amor, deseo .. la crueldad o el sufrimiento ... la pena y la ternura, pasen y vean este pedacito de lo que veremos en la exposición.






El Museo Thyssen-Bornemisza presenta en sus salas Edvard Munch. Arquetipos, la primera exposición del pintor noruego en Madrid desde 1984. La muestra reúne una selección de 80 obras que examina la larga y prolífica carrera del pintor y muestra su capacidad de sintetizar las obsesiones del hombre contemporáneo.  En la que se podrán ver El grito (1895), Pubertad (1914-1916), Desnudo femenino de rodillas (1919) o La niña enferma (1939).



"No voy a pintar más interiores con hombres leyendo y mujeres tejiendo. Voy a pintar la vida de personas que respiran, sienten, sufren y aman."



Desnudo femenino de rodillas, 1919

El grito, 1895


El recorrido de la exposición reúne un amplio catálogo de arquetipos emocionales a través de los cuales Munch nos revela diferentes obsesiones existenciales como amor, deseo, celos, ansiedad o muerte; o estados anímicos como melancolía, pasión o sumisión. 



Pubertad, 1914


La niña enferma, 1939


Cada una de las secciones se configuran alrededor de estos arquetipos a través de la representación de la figura humana en diversos escenarios - como la costa, la habitación de la enferma, la habitación verde, el bosque, la noche o el estudio del artista-, combinando obras tempranas y versiones tardías, pinturas y obra gráfica, para subrayar la circularidad temática y existencia de la obra de Munch.



Mujer vampiro en el bosque, 1916

Cenizas, 1894


Atardecer, 1888


"Yo no pinto lo que veo, sino lo que vi"

Con esta frase lapidaria Edvard Munch, el pintor primero proscrito y luego adorado por la modernidad, daba una vuelta de tuerca más a la superación de la inmediatez impresionista, convirtiendo la pintura en fuente de reflexiones psíquicas, y haciendo de la potencia del color y la distorsión de figura humana, las mejores armas visuales contra el "buen gusto" burgués. 


Formado en el impresionismo y el postimpresionismo de finales del XIX, Edvard Munch configuró pronto su propio lenguaje plástico, convirtiéndose junto a Van Gogh y James Ensor, en una de las figuras más personales de la pintura moderna, nombre clave para entender el nacimiento del expresionismo y sus derivados vanguardistas.



Ansiedad, 1894


Autorretrato con fondo azul, 1926
Edvard Munch (Løten, 12 de diciembre de 1863 - Ekely, 23 de enero de 1944) fue un pintor y grabador noruego.Sus evocativas obras sobre la angustia influyeron profundamente en el expresionismo alemán de comienzos del siglo XX. 

Sus obras son "como variaciones constantes sobre la gran sinfonía de la existencia humana en sus lados diurnos, pero aún más, como es congruente con la sensibilidad finisecular, en los nocturnos. El amor y el odio, el deseo y la angustia, las pasiones y las emociones, son elevados a arquetipos de la vida anímica del hombre moderno o, incluso, de la propia condición humana". 



Las tres edades de la mujer, 1894


El pintor decía de sí mismo que, del mismo modo que Leonardo da Vinci había estudiado la anatomía humana y diseccionado cuerpos, él intentaba diseccionar almas. Por ello, los temas más frecuentes en su obra fueron los relacionados con los sentimientos y las tragedias humanas, como la soledad (Melancolía), la angustia (El Grito), la muerte (Muerte de un bohemio) y el erotismo (Amantes, El beso). 



"Mi arte da sentido a mi vida"






Fuentes: