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domingo, 2 de octubre de 2011

FARSA Y LICENCIA DEL ÚLTIMO BOHEMIO, Hoy, 1 de octubre, hace 10 años que Silvio se nos despistó por ahí.




Silvio era el último de los bohemios y se bebió a sí mismo, apurando hasta la última gota. Sus madrugadas estaban llenas de delirios canallas. Pasan los años y convierte la vida en una canción. Se va forjando poco a poco su leyenda hasta convertirse en un género, en alguien inclasificable. Son los años de Los cinco Mercury, Luzbel, Barra Libre, Sacramento o Los Diplomáticos.


Se emborracha en los conciertos, pierde el micrófono pero da igual, él sigue cantando y la gente corea sus canciones. ¿Cuál sería el secreto? Entra de nuevo en escena: "Primero meto la música y luego, las palabras, aunque si me da la gana, no las respeto. Meto un idioma que me invento, que no entiende nadie. Sólo es subsconsciente".


Dos breves ejemplos que describen su leyenda. Un homenaje en Madrid en La Boca del Lobo donde se celebra un 'Solemne Quinario de besamanos a Silvio'. Amén. Y convertir una bodega subterránea de Constantina en la Cavern Club de The Beatles.

En sus años mozos, Silvio se casó con una chica británica de buena familia y tuvo un hijo. Ella lo abandonó porque no podía soportar su vida bohemia. Años después de su muerte, su hijo Sammy viajó a la ciudad de su padre. En el documental Silvio, a la diestra del cielo, de Francisco Bech, aparece fascinado al descubrir que su padre era una leyenda. Lo intuye sólo al ver la cara de los que le conocieron. Él pertenece al grupo rock-punk The Dealers en Londres. Se pone la chaqueta de cuero de su padre y fuma. Suena un aire de swing. Silvio vive.
Eva Díaz Pérez | Sevilla







viernes, 30 de septiembre de 2011

BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA...(PÁGINAS ÁRABES)

De nuevo dando en el clavo "Páginas Árabes" ...siempre publican inmensidades....los adoro !!!





Tras la Batalla de Alarcos (1195) en el que los ejércitos cristianos fueron destruídos, poniéndose en peligro, sobre todo, el reino de Castilla, la Batalla de las Navas de Tolosa, cuyo nombre en árabe es Batalla de Al-Uqab, supuso el inicio del triunfo cristiano frente a los musulmanes, en el contexto de la reconquista española de la Península Ibérica invadida por los moros en el 711 con la consecuente creación del Al-Andalus.

El 16 de julio de 1212 se realizó la Batalla de las Navas de Tolosa en la región de cuyo nombre derivó el homónimo de la contienda. Allí se enfrentaron los ejércitos árabes y cristianos. Dicho enfrentamiento se dió en un momento de debilitación del poderío musulmán. A partir de 1031 el territorio del Al-Andalus se disolvió en reinos taifa cuya descentralización favoreció diferentes invasiones de bereberes (almorávides y almóhades). Esta situación colaboró con la reconquista española que fue expulsando a los árabes hacia el sur.

En virtud de una cruzada liderada por el rey Alfonso VIII de Castilla, las fuerzas cristianas fueron integradas por 20 milicias al mando de caballeros castellanos, tropas lideradas por los reyes de Navarra, de Aragón y de Portugal, conjuntamente con las órdenes de Santiago. Asimismo, a éstos se sumaron una serie de cruzados que venían de diferentes sitios de Europa.
Del lado musulmán, el número de guerreros era aún mayor, el Califa Muhammad Al-Nasir había reunido alrededor de 120 000 hombres, la mayoría de ellos provenientes de Marruecos, caballería africana, etc.

La violenta conformación mora tenia por objetivo la definitiva derrota y expulsión cristiana. En tanto que el enfrentamiento ocurrió el 16, ya el 13 ambas fuerzas se encontraban en posición de atacar. Una esperaba el inicio de hostilidades por parte de la otra. Los almóhades preveían esperar el avance de los cristianos, dejarlos avanzar hasta que éstos, cansados y ya con menos suministros, pudieran ser reducidos más fácilmente. Ya que esto no ocurrió, fueron los musulmanes quienes comenzaron la ofensiva.
Para el triunfo cristiano fue importante la decisiva intervención de los reyes quienes dieron el espaldarazo necesario a las tropas ante el avance moruno, mayor en número y en potencia, sumado a ello lo violento de su estilo.
Sancho VII atacó directamente al Califa Al-Nasir en el campo de batalla. Este rey navarro junto con su tropa fue quien logró atravesar la Empalizada y franquear la guardia personal del Califa, guerreros especializados y famosos por su arresto. Allí la lucha fue del todo violenta, los degüellos y hacinamientos marcaron la carnicería producida entre ambos bandos de combatientes. Finalmente, desintegrado el ejército árabe, el Califa logró darse a la huida.

La consecuencia directa del triunfo cristiano fue el definitivo declive musulmán y la reconquista española que fue tomando territorio por territorio hasta su último bastión que fue Granada (1492), hito que marcó el colofón de la ocupación musulmana en la Península.