Google Translate

English plantillas curriculums vitae French cartas de amistad German Spain cartas de presentación Italian xo Dutch Russian Portuguese Japanese Korean Arabic Chinese Simplified

martes, 3 de diciembre de 2013

AL MUTAMID - CANTÓ AL AMOR Y A LA BELLEZA

La noche de tu ausencia es larga
¡Que nuestro abrazo de amor sea como el alba!

Delphin Enjolras, pintor francés, 1857-1945. La Odalisca de las flores


¡Oh mi elegida entre todos los seres humanos!
¡Oh Estrella! ¡Oh luna!
¡Oh rama cuando camina,
oh gacela cuando mira!
¡Oh aliento del jardín, cuando
le agita la brisa de la aurora!
¡Oh dueña de una mirada lánguida,
que me encadena!
¿Cuándo me curaré? ¡Por ti daría la vista y el oído!
Tu frescor aliviaría
la oscuridad de mi corazón.


Al-Mutamid (1040-1095) fue un poderoso Rey Taifa de Isbiliya (Sevilla). Mutamid, era apuesto, sensible, valeroso, delicado y feroz.
Poeta, mecenas, político maquiavélico estamos ante una de las figuras mas importantes de nuestra historia. Posiblemente por ser andalusí (hispano-musulmán) su figura ha sido marginada y a veces ridiculizada.

La sociedad andalusí no era integrista y la obra de este rey es buena prueba de ello. Con plena libertad cantó a las excelencias del buen vino, a los placeres carnales y a las mujeres.
Al Mutamid cantó al amor y a la belleza, al buen vino y a todos los placeres de la vida. Placeres a los que se entregó plenamente.

En la corte de Al Mutamid gozaban de gran favor los poetas y literatos, ya que tanto el rey como su visir lo eran. Pasó por ser un gran mecenas, eje de la poesía de su tiempo. El mismo Ibn Hakam nos dice: "Era el más liberal, hospitalario, magnánimo y poderoso entre todos los príncipes de Al-Andalus. Gustaba de brillantes tertulias (maylis) entre amigos poetas, esbeltos coperos y hermosas esclavas cantoras. Para entrar en su círculo íntimo había que mostrar gran capacidad versificadora y de improvisación"

Su vida fue pura poesía, durante su reinado, la cultura floreció en Sevilla e incluso durante su cautividad en Agmat no dejó de componer los más sentidos poemas. Muere evocando sus palacios y olivares sevillanos en Agmat, Marruecos, en 1095.


Si os apetece saber más de él y una variedad inmensa de poemas, os dejo este link de mi otro blog:


http://delirioandalusi.blogspot.com.es/2013/03/poetas-sevillanos-andalusies-al-mutamid.html

lunes, 2 de diciembre de 2013

GUSTAVE COURBET - PINTOR FASCINANTE, SOÑADOR, COMPROMETIDO - REALISMO MÁGICO


Gustave Courbet, fue un pintor francés, fundador y máximo representante del realismo, y comprometido activista democrático, republicano, cercano al socialismo revolucionario. 


Cortesanas al borde del Sena (1856)


Pintor muy prolífico y de gran influencia que, junto a sus compatriotas Honoré Daumier y Jean François Millet, fue pieza fundamental en el origen de la escuela realista de pintura del siglo XIX. Hijo de una familia acomodada de agricultores del Franco Condado, Courbet nació el 10 de junio de 1819.



Juliette Courbet (1844)



Llegó a París alrededor de 1840, según parece para estudiar derecho, sin embargo, se dedicó a pintar, cosa que aprendió copiando las obras maestras del Museo del Louvre. En 1850 expuso Los picapedreros (1849, en la Gemäldegalerie de Dresde, destruida por un bombardeo en 1945), cruda representación de unos obreros arreglando una carretera. En esta obra Courbet evita deliberadamente el elemento exótico, de gran carga emocional, característico de la tradición romántica y no sigue las reglas de composición de la pintura académica.





Los picapedreros



Siguió escandalizando a los académicos con su obra de enormes proporciones Entierro en Ornans (1850, Museo Orsay, París), en la que un friso de campesinos pobremente vestidos rodea una tumba de grandes proporciones. 




Entierro en Ornans (1851)




El desafío a las convenciones se hace aún mayor en otra pintura de colosal tamaño, El estudio del artista (1855, Museo Orsay), que subtituló Alegoría real sobre siete años de mi vida artística. En el centro se halla retratado el propio Courbet pintando un paisaje, con un niño, un perro y una voluptuosa mujer desnuda, a la izquierda, un grupo de personajes con aire aburrido le ignora manifiestamente, a la derecha, una multitud de amigos llenos de vida y entusiasmo admira su obra. 





El estudio del artista (1855)



En esa misma época publicó un provocativo manifiesto en el que exponía con todo detalle su credo social y realista sobre el arte y la vida, que le proporcionó una gran popularidad. Para entonces su estilo ya estaba totalmente maduro y se caracterizaba por una técnica magistral, una paleta limitada aunque vigorosa, composiciones sencillas, figuras de modelado sólido y severo (como puede apreciarse en los desnudos) y gruesos trazos de pintura muy empastada que a menudo aplicaba con espátula, lo cual se manifiesta sobre todo en los paisajes y las marinas.






Proudhon y sus hijos (1865)




Paul Verlaine (1871)

Las cribadoras de trigo (1855)



El sueño o la siesta o las amigas (1868)


Mujer en las olas




La Fuente



La Femme nue couchée, (estuvo perdida durante muchos años)

Escandalizó a a sus contemporáneos con su visión realista de hechos cotidianos y personajes comunes y corrientes. También por su escenas eróticas, lejos de toda elegancia cortesana. Con eso mismo sigue maravillando a la posteridad. 




El origen del mundo (1866)


Mujer en medias blancas, 1861


Bañistas o dos mujeres desnudas, 1858

Mujer con un loro

Las bañistas

Mujer desnuda con perro


Mujer tumbada


La Bacante, 1847


Courbet, tan radical en política como en pintura, fue nombrado por la revolucionaria Comuna de París en 1871 director de los museos de la ciudad, puesto desde el que logró salvar las colecciones del Louvre del incendio de las Tullerías y del saqueo de las masas. 






Hombre desesperado (autorretrato), 1843


Autorretrato, 1847




El hombre herido (autorretrato), 1849



Sin embargo, tras la caída de la Comuna, Courbet fue acusado falsamente de haber permitido el derribo de la columna triunfal de Napoleón ubicada en la Plaza Vendôme, fue encarcelado y condenado a pagar la reparación. En 1873 fue obligado a expatriarse, se trasladó a Suiza y allí continuó pintando hasta su muerte, el 31 de diciembre de 1877 en Verey. 



Fuentes:



http://www.epdlp.com/pintor.php?id=223



http://www.gustavecourbet.org/

SOMOS INSTANTES

"Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,
    quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
    que regando encerrada bellos miembros extremos
    siente así los hermosos límites de la vida."

          Vicente Aleixandre


El árbol de la vida, Gustav Klimt

Quiero ser sombra danzando
al borde del abismo,
mariposa derribando los pilares de la conciencia.

Sentir únicamente los colores
y que mi sangre arraigue en la tierra,
soñando otros horizontes de nubes
y fronteras de tu piel,
cantando con voz nueva
en los vacíos mares de silencio
que velan las noches de arena.

Luz, árbol, peces, brizna, gesto.

Y ser tan sólo ojos que besan tus ojos
bajo el eco de nuestros latidos fusionados,
porque somos mar, deriva, instantes
sin fin traspasando los límites
que nos separan de lo infinito.

Quisiera nombrar tu nombre
y saber que existes,
comprender los engranajes de la existencia
y contemplar como el Sol madrugador
acaricia tu mejilla dorada.

Atardecer, sueño, llave, laberinto, tú.
Respirar distinto y olvidar los nombres
y las palabras vacías... Iris,
frente, Universo, caricia o espina, boca, corazón azul.

Lluvia de sol
o sombra de árbol milenario
entre cuyas raíces la vida acérrima fluye
en una constante renovación de sal.

Ser sin comprender
o comprender que no somos.

Saber que existes

y volar,
y ser tan sólo silencio,
olvido.



© Celia Gómez, 2011



domingo, 1 de diciembre de 2013

DANZA DE NARCISO - PIER PAOLO PASOLINI

Fabio Hurtado

Yo soy una violeta y un aliso,
lo oscuro y lo pálido en la carne.
Espío con mi ojo alegre
el aliso de mi pecho amargo
y de mis rizos que brillan negligentes
en el sol de la orilla.
Yo soy una violeta y un aliso,
el negro y el rosa en la carne.
Y miro la violeta que resplandece
grave y tierna en el claro
de mi cara de terciopelo
bajo la sombra de una morera.
Yo soy una violeta y un aliso,
lo seco y lo mórbido en la carne.
La violeta retuerce su luz
sobre los flancos duros del aliso,
y se reflejan en el humo azul
del agua de mi corazón avaro.
Yo soy una violeta y un aliso,
lo frío y lo tibio en la carne.
 
Pier Paolo Pasolini, director de cine y escritor italiano.