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lunes, 2 de febrero de 2015

BEN SHAHN - ARTISTA COMPROMETIDO SOCIAL Y POLÍTICAMENTE


"En cierto modo, 
el arte es una crítica de la realidad"

(decía Arturo Graf) 




La pasión de Sacco y Vanzetti, 1931

El "Realismo" de Shahn más que social es "personal", es un realismo hecho por un hombre con conciencia social, es una protesta social.



Ben Shahn (1898-1969)


Nacido en Lituania y emigrado a los Estados Unidos con su familia en 1906, Ben Shanh es considerado como una de las principales figuras del Realismo social americano. Es especialmente conocido por su serie dedicada a Sacco-Vancetti, de 1931, en la que demostraba su compromiso social y político. Fue pintor, litógrafo, fotógrafo y muralista.


La visión personal de Shahn es enérgica y contestataria a esas injusticias sociales, un ejemplo es el caso de Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti; activistas anarquistas ejecutados en un turbio juicio en 1927, y que 50 años después el gobernador de Massachussets, MichaelDukakis, exoneró.


La pasión de Sacco y Vanzetti, 1931

Sus 23 pinturas en gouache de los ensayos para Sacco y Vanzetti comunican las inquietudes políticas de su tiempo, rechazando las recetas académicas. La pasión de Sacco y Vanzetti fue exhibida en 1932 y recibió elogios del público y críticos. Esta serie dio a Shahn la confianza para cultivar su estilo personal, independientemente de las normas del arte de la sociedad.



Parte del mural "La pasión de Sacco y Vanzetti" en la universidad de Syracuse, 1967


Trabajó también en Murales para universidades, estaciones, etc. Como el de la Escuela Roosevelt en New Jersey, hecho en 1936. Se nota la influencia del muralismo mexicano con Diego Rivera a la cabeza, una manera de representar los trabajadores con esas manos enormes y ese rechazo a la pintura formal.



Mural completo

Estudio de un mural en la universidad de Jersey, 1936/37

La pasión de Sacco y Vanzetti


Estados Unidos tuvo una de sus peores crisis en 1929, año del crack bursátil y la depresión que arruinó a muchas personas, una época de "Ley Seca", pobreza, mafias, Chauvinismo y Policía corrupta.



Los desempleados, 1938

Los sarnosos son bienvenidos

Los trabajadores reclaman justicia social y trabajo, 1933

Granjeros, 1933. En los años treinta Ben Shahn trabajó como fotógrafo y pintor en un programa de la administración Roosevelt para graficar la realidad que estaban padeciendo los granjeros estadounidenses.

Muerte de un minero, 1940
Padre y niño, 1947

Cantar el dolor, 1946

Ben Shahn cartelista, 1931

Obreros franceses

Ben Shahn cartelista

Hacia los años cincuenta y sesenta, su estilo se hizo más imaginativo, y recurrió a procedimientos derivados de las experiencias de la abstracción.



Mujeres de mineros, 1967
En este cuadro "Vanidad" vemos como un hombre, vestido con ropa de trabajo, se alista para irse a su "realidad" en la fabrica.


También era fotógrafo activista de izquierdas, esto que en Europa puede ser visto con una mayor comprensión, en Estados Unidos es sinónimo de paria social. Plasmó con gran fuerza analítica y realismo las condiciones de los marginados, defensor de los derechos de desprotegidos. 











domingo, 1 de febrero de 2015

MARIO BENEDETTI - LA GENTE QUE ME GUSTA ... Y LA QUE NO

"No escapes a tus ojos
mírate
así ".

Kees van Dongen. 


LA GENTE QUE ME GUSTA*


Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. 

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.
A estos los llamo mis amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada.

Me gusta la gente que con su energía, contagia.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos.
La gente que lucha contra adversidades.

Me gusta la gente que busca soluciones.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.

Me gusta la gente que tiene personalidad.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido.



Mario Benedetti, fue un escritor y poeta uruguayo, integrante de la Generación del 45. 



*No me gusta la gente que miente con la excusa de no hacer daño, no me gusta la gente que de forma hipócrita tiene doble vara de medir, no me gusta la gente que sin compasión ni empatía se aprovechan de las debilidades humanas. 


No me gusta esa GENTE. (I.)


VICENTE ALEIXANDRE - POETA DE LA GENERACIÓN DEL 27 - HISTORIA DEL CORAZÓN

Vicente Aleixandre (1898-1984), poeta, nació en Sevilla, pasó la infancia en Málaga y a los trece años se trasladó a Madrid. 

Hoy nos centraremos en su etapa del poemario "Historia del corazón", publicado en 1954, que supone un alejamiento de la corriente surrealista y el inicio de una nueva etapa en la que el poeta contempla al hombre no desde la realidad del cosmos sino de un modo más humano, donde cabe el amor, los recuerdos infantiles, la serena observación del quehacer cotidiano o los demás hombres. 

Otros términos surgen ahora en sus poemas: Reconfortar, reconocer, unir, fundirse, solidaridad, confianza, fe, piedad. La palabra clave de la obra es "reconocer".
Tras la guerra, su obra cambia, acercándose a las preocupaciones de la poesía social imperante. Desde una posición solidaria, aborda la vida del hombre común, sus sufrimientos e ilusiones. Su estilo se hace más sencillo y accesible. 

En esta etapa, Aleixandre abandona la abstracción, a la que retornará en la vejez. Se abandona el panteísmo, la reflexión metafísica, por la experiencia humana. El vivir humano invade la poesía.

"Baja, baja despacio y búscate entre los otros. Allí están todos, y tú entre ellos"

Poeta de la generación del 27

Hacia 1920 irrumpió en el panorama cultural español una promoción literaria de calidad excepcional que se conoce como generación del 27. Se trataba de un grupo de jóvenes autores que, aunque escribieron teatro, ensayo y novela, destacaron, sobre todo, por su poesía.

Los poetas más relevantes de la generación del 27 fueron Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, Rafael Alberti, Luis Cernuda y Dámaso Alonso.

La producción del 27 coincidió en el tiempo con la de los escritores de fin de siglo, las vanguardias y Juan Ramón Jiménez, y con la obra de pintores como Picasso o Dalí, músicos como Falla y cineastas como Buñuel. El esplendor artístico y cultural de este período ha llevado a acuñar la denominación de edad de plata para esta etapa de la cultura española.

Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados

Tres poemas de "Historia del corazón":


1.- Mano entregada

Pero otro día toco tu mano. Mano tibia.
Tu delicada mano silente. A veces cierro
mis ojos y toco leve tu mano, leve toque
que comprueba su forma, que tienta
su estructura, sintiendo bajo la piel alada el duro hueso
insobornable, el triste hueso adonde no llega nunca
el amor. Oh carne dulce que sí se empapa del amor hermoso.

Es por la piel secreta, secretamente abierta, invisiblemente entreabierta,
por donde el calor tibio propaga su voz, su afán dulce;
por donde mi voz penetra hasta tus venas tibias,
para rodar por ellas en tu escondida sangre,
como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara
por dentro, recorriendo despacio como sonido puro
ese cuerpo que ahora resuena mío, mío poblado de mis voces profundas,
oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo, oh cuerpo sólo sonido de mi voz poseyéndole.
Por eso, cuando acaricio tu mano sé que sólo el hueso rehúsa
mi amor -el nunca incandescente hueso del hombre-.

Y que una zona triste de tu ser se rehúsa,
mientras tu carne entera llega un instante lúcido
en que total flamea, por virtud de ese leve contacto de tu mano,
de tu porosa mano suavísima que gime,
tu delicada mano silente, por donde entro
despacio, despacísimo, secretamente en tu vida,
hasta tus venas hondas totales donde bogo,
donde te pueblo y canto completo entre tu carne.


2.- En la plaza

Hermoso es, hermosamente humilde y confiante, vivificador y profundo, 
sentirse bajo el sol, entre los demás, impelido,
llevado, conducido, mezclado, rumorosamente arrastrado.

No es bueno
quedarse en la orilla
como el malecón o como el molusco que quiere calcáreamente imitar a la roca.
Sino que es puro y sereno arrasarse en la dicha
de fluir y perderse,
encontrándose en el movimiento con que el gran corazón de los hombres palpita extendido.

Como ese que vive ahí, ignoro en qué piso,
y le he visto bajar por unas escaleras
y adentrarse valientemente entre la multitud y perderse.
La gran masa pasaba. Pero era reconocible el diminuto corazón afluido.
Allí, ¿quién lo reconocería? Allí con esperanza, con resolución o con fe, con temeroso denuedo,
con silenciosa humildad, allí él también
transcurría.

Era una gran plaza abierta, y había olor de existencia.
Un olor a gran sol descubierto, a viento rizándolo,
un gran viento que sobre las cabezas pasaba su mano,
su gran mano que rozaba las frentes unidas y las reconfortaba.

Y era el serpear que se movía
como un único ser, no sé si desvalido, no sé si poderoso,
pero existente y perceptible, pero cubridor de la tierra.

Allí cada uno puede mirarse y puede alegrarse y puede reconocerse.
Cuando, en la tarde caldeada, solo en tu gabinete,
con los ojos extraños y la interrogación en la boca,
quisieras algo preguntar a tu imagen,

no te busques en el espejo,
en un extinto diálogo en que no te oyes.
Baja, baja despacio y búscate entre los otros.
Allí están todos, y tú entre ellos.
Oh, desnúdate y fúndete, y reconócete.

Entra despacio, como el bañista que, temeroso, con mucho amor y recelo al agua,
introduce primero sus pies en la espuma,
y siente el agua subirle, y ya se atreve, y casi ya se decide.
Y ahora con el agua en la cintura todavía no se confía.
Pero él extiende sus brazos, abre al fin sus dos brazos y se entrega completo.
Y allí fuerte se reconoce, y se crece y se lanza,
y avanza y levanta espumas, y salta y confía,
y hiende y late en las aguas vivas, y canta, y es joven.

Así, entra con pies desnudos. Entra en el hervor, en la plaza.
Entra en el torrente que te reclama y allí sé tú mismo.
¡Oh pequeño corazón diminuto, corazón que quiere latir
para ser él también el unánime corazón que le alcanza!


3.- Mirada final

(...) Aquí, en el borde de vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
¿Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y despierte,
recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo
piadosamente brillar?

No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el largo rodar de la vida ha cesado.
No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir.
No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar.
No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible
y desde la que también alzaré mis ojos finales
cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira,
contemplé con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados,
en el fin el cielo piadosamente brillar.





Todas sus obras:

Ámbito (1928)

Espadas como labios (1932)

Pasión de la tierra (1935)

La destrucción o el amor (1935)

Sombra del paraíso (1944)

Mundo a solas (1950)

Nacimiento último (1953)

Historia del corazón (1954)

En un vasto dominio (1962)

Poemas de la consumación (1968)

Diálogos del conocimiento (1974)

En gran noche (1991)
(Obra póstuma donde se recogen muchas composiciones inéditas).




sábado, 31 de enero de 2015

CHARLES BUKOWSKI Y SUS POEMAS MALDITOS

Lyonel Feininger, uno de los primeros maestros de la Bauhaus. 1913



LOS EXTRAÑOS


puede que no lo crean
pero hay gente
que va por la vida
con muy poca
fricción o
angustia.
visten bien, comen
bien, duermen bien.
están contentos con
su vida
familiar.
tienen momentos de
congoja
pero dentro de todo
permanecen imperturbables
y a menudo
se sienten muy bien.
y cuando mueren
es una muerte tranquila,
usualmente mientras
duermen.

puede que no lo
crean
pero gente así
existe.

pero yo no soy uno de
ellos.
oh no, no soy uno
de ellos,
no estoy ni tantito cerca
de ser
uno de
ellos

pero ellos están
ahí

y yo estoy
aquí


Lyonel Feininger, 1918


TODO


Los muertos no necesitan 
aspirina o 
tristeza 
supongo. 

pero quizás necesitan 
lluvia. 
zapatos no 
pero un lugar donde 
caminar. 

cigarrillos no, 
nos dicen, 
pero un lugar donde 
arder. 

O nos dicen: 
Espacio y un lugar para 
volar, 
da 
igual. 

los muertos no me 
necesitan. 

ni los 
vivos. 

pero quizás los muertos se necesitan 
unos a 
otros. 

En realidad, quizás necesitan 
todo lo que nosotros 
necesitamos 


necesitamos tanto 
Si solo supiéramos 
qué 
es. 

probablemente 
es 
todo 

y probablemente 
todos nosotros moriremos 
tratando de 
conseguirlo 

o moriremos 

porque no 
lo 
conseguimos. 

Espero que 
cuando yo este muerto 
comprendáis 

que conseguí 
tanto 
como 
pude.


Lyonel Feininger, 1918


Y LA LUNA Y LAS ESTRELLAS Y EL MUNDO


largas caminatas 
nocturnas 
son buenas 
para el 
alma: 
viendo furtivamente a través de las ventanas 
mirando extenuadas 
amas de casa 
intentando escabullirse 
de sus frenéticamente encervezados 
maridos.


Lyonel Feininger, 1918


POBREZA


Es el hombre que nunca has visto
el que te sostiene en la lucha,
ese que llegará
algún día.

Él no está afuera en las calles o
en los edificios, o en los
estadios,
o si está ahí
me lo perdí, de algún modo.

Él no es uno de nuestros presidentes
hombres de estado o actores.

Me pregunto si está ahí.
Camino por las calles
paso kioscos y hospitales,
teatros y cines, cafés
y me pregunto si él está ahí.

He buscado casi medio siglo
y no lo he visto.
Un hombre vivo, verdaderamente vivo
que cuando baje sus manos
después de encender un cigarrillo
veas sus ojos
como los ojos de un tigre mirando el pasado
en el viento.

Pero cuando las manos bajan
son siempre
los otros ojos
que están ahí
siempre, siempre.

Y pronto será demasiado tarde para mí
y habré vivido una vida
con kioscos, gatos, sábanas, saliva,
diarios, mujeres, puertas y otras cosas,
pero en ningún lado
un hombre vivo.

Charles Bukowski