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domingo, 3 de julio de 2016

HEXAEDRO ROSA - RUBÉN MÁRTINEZ VILLENA, POETA Y REVOLUCIONARIO CUBANO


Desnudo en un sofá (1923), Henri Matisse 



Hexaedro rosa, poema completo:

I


¡Te amo...!

A tu lado, o en tu ausencia; en la realidad o en el sueño; en la intimidad del rincón amable o ante el formidable arrullo del mar; en la noche lunada o negra y punteada de estrellas interrogadoras; en el momento maravilloso y tierno del amanecer; en el estupor meridiano del día o en el pensativo crepúsculo de oro... En todos los sitios y a todas las horas te he dicho ya las palabras que creí no iba a pronunciar jamás. 

II

Tu amor irrumpió en mi vida como se cuela una ráfaga por una ventana abierta. Todos mis papeles se alborotaron y en un vuelo de espanto se deslizaron bajo los muebles y hacia los rincones. ¿Qué has hecho revoltosa?...¿Cómo penetras sin permiso?...No quieras irte. He cerrado cuidadosamente la ventana y no te dejaré hasta que arregles lo que desordenó tu travesura. ¡A ver si recoges aquel recuerdo mío y me traes esas cuartillas de la historia triste y el cuento ese que aún no he terminado, y aquella esperanza que germinaba bajo mi frente cargada hace un instante por estos pensamientos que han quedado aquí a mis pies, truncos y revueltos! ¡Qué maremágnum has ocasionado con tu entrada! 

Y mientras te digo todo esto tú estás ahí, de pie, en el medio de mi alma, con mi más vieja tristeza bajo el tacón de tu zapato, diciendo a mi severidad con una sonrisa divina: -Indudablemente, nada hay más descortés que un rayo de sol.... Y lo peor del caso -¡atrevida!- es que pareces muy satisfecha de que haya cerrado mi ventana. 


III

Tú dices que eres triste. Yo sé que comprendes mis tristezas. Pero a pesar de ti misma, tú eres alegre, alegre como la luz, como la flor, como el trino. Lo raro es que tu alegría es producida por mi amor. Proviene tu alegría del amor del hombre taciturno, obsedido por el Misterio y por el Arte, envenenado por la filosofía y por el Mundo.-Como yo conozco ese milagro, temo que se produzca en mí. Temo el contagio de tu celeste y poderoso júbilo. ¡Oh amada! No me arrebate tu alegría lo que me enorgullece y me define. ¡No vuelva el tiempo ingenuo de la poesía meliflua y desastrosa! En mi gravedad de crepúsculo tendré, para ti sola, luces y flores y trinos. Déjame la palabra amarga. la tristeza y la cólera son mías. Pero mi ternura sabrá mecer tu jovialidad de niña en un columpio de arrullo. 


IV

Será un día cualquiera... Habrá rostros graves y rostros sonrientes. Todo ocurrirá como en un sueño y tú no sabrás qué pasa... (Tu alma será una dulce angustia y una expectación de aurora.) --¿Por qué me visten así? ¿Por qué me coronan de flores? ¿Por qué lloran y ríen? -- me preguntarás. Y yo permaneceré silencioso, para no romper con mi voz el sonambulismo del momento. Pero cuando las amigas te hayan estrujado, cuando te hayan quitado los polvos a besos, cuando tú también derrames una lagrima límpida, entonces, rodearé tu cintura con mi brazo y te diré en una palabra: -- Vamos... 


V


Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor. Yo te vestiré de caricias. 

Música la de mis palabras; perfume los de mis versos; corona, mis lagrimas sobre tu cabellera. 

¿Que mejor cinturón para tu talle, que cinturón más tierno, más fuerte y más justo que el que te darán mis brazos?... Para tu seno ¿qué mejor ceñidor que mis manos amorosas? ¿Qué mejor pulsera para tus muñecas que la que formen mis dedos al tomarlas para llevar tus manos a mi boca? 

Una sola mordedura, cálida y suave, a un lado de tu pecho, será un broche único para sujetar a tu cuerpo la clámide ceñida y maravillosa de mis dedos. 

Puedes venir desnuda a mi fiesta de amor. Yo te vestiré de caricias. 


VI


Entonces 
Cuando en tu cuerpo, rendido, no vibre ya el temblor elástico de los miembros; cuando tus labios no tengan fuerzas para besar; cuando tu brazo fatigado se extienda en reposo lánguido, y en un gesto débil y esquivo de negación agites la cabellera trémula.

Entonces 
Cuando tus ojos estén borrachos de adormideras sutiles, cuando los parpados te pesen y se caigan, quemados por la mirada ardiente de toda la noche.

Entonces, a través de la fina malla de tus pestañas, verás todavía alargarse en mis pupilas ávidas un desperezamiento de panteras. 



Rubén Martínez Villena, La Habana, 20 de diciembre de 1899 / 16 de enero de 1934. 

Si alguna frase define con toda exactitud la personalidad del intelectual y combatiente revolucionario cubano Rubén Martínez Villena es la expresada por su amigo y compañero de luchas Raúl Roa cuando señaló: "desafió mil veces la muerte y quemó alegremente su vida". 

Con talla de genuino conductor y líder, Rubén perteneció a una generación a la que correspondió el alto honor de encarnar, con la palabra y la acción, la continuidad histórica de las luchas independentistas de 1868 y 1895 en medio de los vaivenes de gobiernos sumisos y sangrientos tras el surgimiento de una República atada de pies y manos por su vecino del Norte. 

El 16 de enero de 1934 la tuberculosis que lo azotaba extinguió su existencia. Olvidado de sí mismo para entregarse a los demás, Rubén comenzó a desplegar sus energías en 1923, un año que marcó su consagración revolucionaria. Pudo haberse curado cuando la dolencia disminuía, pero soslayó las advertencias médicas. 

Sin descansó y tras el asesinato de Mella en 1929, retomó su bandera de lucha. Sumó voluntades en fábricas y talleres. Organizó sindicatos. Predicó la ideología marxista-leninista y con su toga de abogado defendió a los desposeídos y a los dirigentes obreros encarcelados o perseguidos. 

Hizo suyo un gesto rebelde de su generación: "la Protesta de los 13", acción política en la que junto a otros jóvenes intelectuales reveló públicamente impúdicos negocios de un alto funcionario del gobierno de turno. 

Dirigió huelgas, entre ellas la de agosto de 1933, que concluyó con la caída del tirano Gerardo Machado. Dirigió las revistas antiimperialistas Venezuela Libre (1925) y América Libre (1927). Cultivó la poesía, pero, en vida, no llegó a publicar libros. En 1936 vio la luz su poemario La pupila insomne. Sus cuentos, críticas y crónicas fueron recogidos en un volumen en 1940 bajo el título de Un nombre. En 1964 la Unión de Escritores y Artistas de Cuba publicó la Orbita de Rubén Martínez Villena. Su vida y obra revolucionaria fueron biografiadas por Ana Núñez Machín en el libro titulado Rubén Martínez Villena, aparecido en 1971, que ha tenido varias reediciones. Nació en Alquizar, La Habana, en 1899. 




Sus poemas de amor son deliciosos. 


LOS BESOS - GABRIELA MISTRAL


" Hay besos que pronuncian por sí solos 
la sentencia de amor condenatoria, 
hay besos que se dan con la mirada 
hay besos que se dan con la memoria.


El Beso / Gustav Klimt, 1907-1908.


Hay besos silenciosos, besos nobles 
hay besos enigmáticos, sinceros 
hay besos que se dan sólo las almas 
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren, 
hay besos que arrebatan los sentidos, 
hay besos misteriosos que han dejado 
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran 
una clave que nadie ha descifrado, 
hay besos que engendran la tragedia 
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios 
que palpitan en íntimos anhelos, 
hay besos que en los labios dejan huellas 
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas 
por sublimes, ingenuos y por puros, 
hay besos traicioneros y cobardes, 
hay besos maldecidos y perjurios.

(...)

Hay besos que producen desvaríos 
de amorosa pasión ardiente y loca, 
tú los conoces bien son besos míos 
inventados por mí, para tu boca.

(...)

Yo te enseñé a besar: los besos fríos 
son de impasible corazón de roca, 
yo te enseñé a besar con besos míos 
inventados por mí, para tu boca.."







*.- El Beso fue la obra maestra de Gustav Klimt. Con ella culminaba su investigaciones sobre el tema del deseo humano a fines de la fase dorada. Esta obra era el símbolo de la reconciliación y unión de los sexos.
Esta pintura celebraba la belleza y el erotismo. Muestra dos amantes que se fusionan en un frenesí de coloridas formas y joyas en un estilo contemporáneo.
Aqui vemos a una pareja abrazada encarnando la felicidad erótica imperturbable. Miremos cómo sus cuerpos están encerrados en un mágico capullo de oro, del que apenas escapan las cabezas y las manos.

Esta pintura era quizás una alegoría de la brevedad de la juventud, de lo efímero de la estación mas favorable al amor.

El cuadro El beso mide 1,8 metros de alto por 1,8 metros de largo y se encuentra actualmente en la Galería Belvedere en el Palacio de Belvedere en Viena, Austria.






jueves, 30 de junio de 2016

DYLAN THOMAS - EL ÚLTIMO MALDITO


(...) Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
y la muerte no tendrá dominio.



A mí no me interesa la poesía, sino los poemas, y añadió una contundente verdad sobre sus alucinados versos: "Guardo una bestia, un ángel y un loco dentro de mí; mi búsqueda es saber cómo obran y mi problema es juzgarlos y vencerlos, derribarlos y elevarlos y que se expresen a sí mismos".




Mi mundo es pirámide

II
Mi mundo es pirámide. La sigilosa máscara
llora sobre el ocre desierto y el verano
agresivo de sal.
Con mi armadura egipcia fundiéndose en su sábana
araño la resina hasta un hueso estrellado
y un falso sol de sangre.

Mi mundo es un ciprés y un valle de Inglaterra
yo remiendo mi carne que retumbó en los patios
roja por la salva de Austria.
Oigo a través del tambor de los muertos, que mutilados jóvenes
mientras siembran sus vísceras desde un cerro de huesos
gritan Eloi a los cañones.
(...)


¿Quién sopla la pluma de la muerte? ¿De qué gloria es el color?
en la vena yo soplo esta pluma lanuda
es el lomo la gloria en una laboriosa palidez.
Mi arcilla ignora el pecho y mi sal no ha nacido,
niño secreto, yo vago por el mar
en seco, sobre el muslo a medias derrotado.



No entres dócil en esa dulce noche



No entres dócil en esa dulce noche:
debe arder la vejez y delirar al fin del día;
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Aunque sepa al morir que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no relampaguearon el sabio
no entra dócil en esa dulce noche.

Tras la última ola el hombre honrado, clamando lo brillantes
que habrían bailado sus gestas pobres en las bahías verdes,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

El rebelde, que atrapó el sol cantándolo en su vuelo
pero aprende, tarde, que lloraba su paso,
no entra dócil en esa dulce noche.

El solemne, en su muerte, al ver con vista cegadora
que ojos ciegos podrían flamear como meteoros, alegres,
rabia, rabia contra la agonía de la luz.

Y tú, padre, allá en la altura triste,
con llanto feroz maldice, bendíceme ahora, te ruego.
No entres dócil en esa dulce noche.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.



Y la muerte no tendrá dominio



Y la muerte no tendrá dominio.
Muerto es desnudo, todos serán uno
Con el hombre en el viento y la luna occidental;
Cuando sus huesos estén limpios
Y limpios sus huesos se hayan ido,
Tendrán estrellas en los codos y pies;
Aunque vayan locos serán cuerdos,
Aunque se hundan en el mar se elevarán,
Aunque se pierdan los amantes el amor no,
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Bajo las vanas corrientes del océano
Ellos yacen a lo largo sin morir en vano,
Torciéndose cuando los nervios acechan,
Atados a una rueda, ellos no se quebrarán;
La fe en sus manos nunca se romperá,
Y el unicornio correrá entre los males;
Separando todo jamás se desarmarán;
Y la muerte no tendrá dominio.

Y la muerte no tendrá dominio.
Las gaviotas ya nunca clamarán en sus oídos,
Ni las olas romperán sonoras sobre la costa;
Cuando brote un capullo la flor no alzará
La cabeza a los golpes de la tormenta;
Aunque sean dementes y muertos como clavos,
Líderes de los martillados entre margaritas;
Descansando al sol hasta que el sol descanse,
Y la muerte no tendrá dominio.




***



Dylan Thomas nació en Swansea, Reino Unido, 1914 y falleció en Nueva York, 1953. Poeta galés de lengua inglesa. Se destacó en sus comienzos por su trabajo como periodista en el South Wales Evening Post, por sus piezas teatrales y durante la Segunda Guerra Mundial como guionista para la BBC, donde recitaba sus poemas como así también los de poetas contemporáneos. 


Poeta maldito, escritor de cuentos y dramaturgo.

Famoso por ser un bohemio y famoso también por su vozarrón cautivante, que atraía, cual cantante juvenil, a cientos de personas a sus recitales poéticos, o a pegarse al receptor cuando hablaba en la BBC. Poeta precoz y repentinamente fallecido, el caos y el exceso fueron su camino a la genialidad.


Un escritor de poemas y cuentos. De una voz interior que busca ser oída para descubrir la música de las palabras.


Su lenguaje es muy rico y sonoro, y las imágenes alcanzan a veces una belleza difícil de igualar. A cambio, la lectura resulta a veces un poco complicada (imágenes medio crípticas). Su obra poética principal esta recogida en "Collected poems: 1934-1952".

Sus libros más conocidos son: Dieciocho poemas (1934), Veinticinco poemas (1936) y Mapa de amor (1939). Alcanzó su plenitud en Defunciones y nacimientos (1946).


"Lea los poemas que le gusten. No lo preocupe el que sean importantes o perdurables. Después de todo, ¿qué importa lo que la poesía es? Si quiere una definición de poesía, diga: "Poesía es lo que me hace reír o llorar o bostezar, lo que hace vibrar las uñas de mis pies, lo que me hace desear hacer esto, aquello o nada" y contentase con eso. Lo que importa con respecto a la poesía es el placer que proporciona, por trágico que sea. Lo que importa es el movimiento eterno que está detrás de ella, la vasta corriente subterránea de dolor, locura, pretensión, exaltación o ignorancia por modesta que sea la intención del poema". 

(Así intentaba explicar Dylan Thomas qué era para él la poesía)






La poesía de Thomas sigue en pie, aguantando el peso de su leyenda. Sus poemas habitan todavía en su voz grave y modulada, y perduran las asociaciones inauditas y la musicalidad de sus versos como un prodigio de intuición poética.

Es posible que no hubiese hecho falta que un tal Robert Allen Zimmerman decidiera llamarse Bob Dylan en su honor, ni que el propio Thomas muriese de un colapso -delirium tremens- tras haberse bebido, según le manifestó, dicen, a su médico entre estertores, la heroica cifra de dieciocho whiskies seguidos. 




"Mi corazón único y noble tiene sus testigos en todos los países del amor que a tientas despertarán; y cuando el sueño ciego caiga sobre los sentidos en acecho será sensual el corazón aunque haya cinco ojos que se quiebren".




sábado, 25 de junio de 2016

FLORBELA ESPANCA

 Emilie Charmy, 1926



" Duerme, duerme, alma soñadora, 
¡Hermana gemela de la mía! 
Tu alma, del mismo modo que la mía, 
Rasgando las nubes se cernía 
Por encima de los otros, 
Buscando mundos nuevos, 
Más bellos, más perfectos, más felices.

Criatura extraña, espíritu inquieto, 
Lleno de ansiedad, 
Tal como yo hacía, creando mundos nuevos, 
Bellos como tus sueños, 
y vivías en ellos, vivías soñando como yo.

Duerme, duerme, alma soñadora, 
¡Hermana gemela de la mía! 
Ya que en vida no tuviste descanso, 
Si existe la paz en la sepultura: 
¡La paz sea contigo! "





*.- Una de las escritoras más fascinantes de Portugal: Florbela Espanca, (1894/1930). Es una poetisa portuguesa de principios del siglo XX. Conocida en el país vecino como "la poetisa de la saudade", la realidad es que sus versos tienen como tema principal el amor en todas sus variantes.